La actitud cuando tus padres te corrigen No menosprecies, hijo mío, el castigo del Señor, ni te fatigues de su corrección, porque El Señor al que ama disciplina, como el padre al hijo a quien quiere”. Proverbios 3: 11-13 Preguntas para reflexionar ¿A cuánto de ustedes alguna vez los han regañado sus padres? ¿Recuerdan que hicieron ese día que se les llamó la atención? Quizás no fue nada agradable recibir un regaño o una corrección, pero la verdad es que la disciplina es necesaria para nuestra formación como hijos y como futuros adultos. No siempre serás un niño, cada año que pasa creces y te acercas más a la madurez,…