Había una vez una niña que nació con un hermoso don, desde muy pequeña le gustaba cantar y su voz traía alegría a quienes la oían. El nombre de esta niña era Marina, su madre la llamó así por lo mucho que le gustaba el mar.
Cuando Marina cumplió 7 años, sus padres decidieron mudarse de las montañas para ir a vivir a las llanuras, cerca de la Costa, pero el camino a transitar era muy largo y un enorme bosque los separaba, sin embargo emprendieron el viaje para comenzar una nueva vida.
Era de noche y los padres de Marina necesitaban descansar, así que se detuvieron en el camino, hicieron una tienda y encendieron una fogata para calentarse, comer y descansar hasta el amanecer y luego continuar su viaje.
A la mañana siguiente cuando sale el sol la madre de Marina despierta y nota que su hija no está allí con ellos. Desesperada levanta a su esposo, comienzan a buscarla y luego de unos minutos la encuentran jugando en un hermoso lago, lleno de las más espectaculares flores silvestres jamás antes vistas.
Llaman a Marina y ella no quería salir del agua, pero era necesario continuar el viaje, así que su madre le habló con voz firme – Marina, es hora de irnos- y la niña obedeció, su madre la abrazó con mucha alegría de haberla encontrado.
Le dijo: – Marina, no vuelvas a hacer eso, estábamos muy preocupados por ti. Luego preguntó : – ¿qué es ese olor tan agradable, es tu cabello? Que rico huele hijita.
Todo ese día continuaron su viaje y ya casi al anochecer llegaron a su destino, un extraño pero próspero pueblo donde todas las personas usaban peinados muy coloridos y extravagantes, llamado Cocoluca.
Marina se preguntaba, el porqué de ese nombre tan curioso, lo que no sabía es que más adelante descubriría un gran verdad que la llevaría a entender el por qué.
Esa noche sus padres, buscaron una posada para descansar y esperar un nuevo día para continuar con sus planes.
Al amanecer, la familia comenzó a buscar una casa para mudarse, como llevaban algo de dinero lograron rentar una pequeña pero acogedora cabaña, la que se convertiría en su hogar.
Ese mismo día se mudaron y se respiraba en el ambiente aire de esperanza, toda la familia era feliz, su nueva vida recién comenzaba.
Marina y su mamá comenzaron a acomodar su casa mientras su papá conocía el pueblo y buscaba oportunidades de trabajo.
Su mamá limpió la cocina, las habitaciones, la chimenea, todo debía quedar muy limpio y ordenado, luego le pidió a Marina que le ayudara a colocar los cuadros y adornos pequeños en las repisas ( su mamá sabia que era su parte favorita).
En ese momento de trabajo en equipo Marina comenzó a tararear una hermosa canción de cuna – na na na, na na na, nana na na na na na- , al instante, sucedió algo completamente extraño y milagroso :
¡Del cabello rizado y abundante de Marina comenzaron a salir flores!
Su madre no podía creerlo, lo único que pudo hacer fue recoger todas las flores que salieron de su cabello y percibió ese mismo olor peculiar que cuando Marina jugó dentro del lago.
Todo era obvio, ese lago era mágico, algo había cambiado en la familia, algo había cambiado en Marina.
Decidieron tenerlo en secreto, Marina podía vivir una vida normal, pero lo único que no podía hacer a partir de ese día era su mayor pasión: Cantar.
ESTA HISTORIA CONTINUARÁ...