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¿Cómo vencer las distracciones?

Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.”

Salmos 119:33-37 RVR1960

El mundo de hoy esta lleno de distracciones. Quizás vivimos en una época donde más distracciones han habido en la historia. La búsqueda por la santidad y la consagración se vuelve cada vez más dificiles en nuestros días pero quiero compartirte algunos secretos que están en la palabra de Dios para vencer las distracciones en tu vida y cuando hablo de distracciones no me refiero a el salir o recrearse sino a todo aquello que quita tu mirada de lo que verdaderamente importa y te desenfoca del propósito de Dios.

¿Qué es una distracción ?

Según el diccionario de lengua española una distracción es todo aquello que desvía tu atención y te desenfoca . Algunos sinónimos de esta palabra son despistar, descuidar, abstraer, alejar, apartar, desatender y olvidar.

El salmo 119:36-37 nos menciona dos cosas que asechan día a día con distraernos. La avaricia y la vanidad.

  • La avaricia que es el afán o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes, posesiones de valor con la intención de atesorarlos para uno mismo, mucho más allá de las cantidades requeridas para de la comodidad personal. Se le aplica el término a un deseo excesivo por la búsqueda de riquezas, estatus y poder.
  • La vanidad se define como la creencia excesiva en el talento propio por encima de los demás. Es un tipo de arrogancia engreida y una expresión exagerada de la soberbia. La vanidad hace creer al hombre que no necesite de Dios y que tiene que ser aplaudido y alabado por sus propias capacidades.

Son dos males que hay que vencer porque vienen a distraerte hasta el punto de desviarte del propósito de Dios.

Leamos el siguiente texto.:

“Porque todo lo que hay en el mundo, es decir, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. El mundo y sus deseos pasan; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”

1 Juan 2:16-17 RVC

Las distracciones entran cuando te desenfocas de lo eterno y pones más tu mirada en lo terrenal y pasajero. Recuerda que el mundo y sus deseos pasan pero quien hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¿Cómo descubro cual es la voluntad de Dios para mi vida? Lo compartiré más adelante en otro episodio.

Al momento quiero resaltar…

3 palabras claves para vencer las distracciones..

Leamos una vez más el Salmo 119:33-36

“Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad.

  • Enséñame: Necesitamos ser enseñados por Dios. El día que dejamos de aprender nos estancamos. Permite que la palabra de Dios te forme, ten un corazón enseñable y no seas sabio en tu propia opinión.
  • Dame entendimiento: Pide a Dios la capacidad de comprender su palabra y de ponerla en práctica en tu vida. El entendimiento es la capacidad de pensar y obrar con buen juicio, sensatez y prudencia.
  • Guiame por la senda: La palabra de Dios dice en el Salmo 16: 11 “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre”. Cuando descubres esas sendas y decides caminar a través de ellas disfrutarás más de la vida que Dios te ha dado, vivirás feliz porque esa senda es la que te conecta con la presencia de Dios.

En conclusión, las distracciones te llevarán a vivir toda tu vida insatisfecho y desdichado, siempre comparándote con otros y buscando el éxito y la realización personal por encima de lo que sea, pero cuando decides enfocar tu mirada en la cosas de arriba y vencer las distracciones vas a disfrutar de la vida que Dios te ha dado, tus ojos mirarán lo bueno y Dios mismo te llevará a lugares donde nunca imaginaste.

Escrito por Adalic de Rodriguez

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