Antes de ser madre pensaba que con solo decir las cosas sería suficiente pero cuando me convertí en mamá, me di cuenta que en la relación madre e hija, el ejemplo arrastra un millón de veces más que todo el repertorio
que pudiese decir.
Entonces comencé a cambiar las palabras por hechos, no fue nada fácil. Pero al pasar los años he visto el fruto. En más de una ocasión ellas se han encargado de recordármelo cuándo me dicen; “Mami eso lo aprendí de ti” o “Ese no es el ejemplo que me has dado”. Uff fuerte no, por eso cuida tus pasos que alguien va siguiendo los tuyos.
Instruye a tus hijos por el buen camino… Proverbios 22:6
Es mi anhelo ser ejemplo para mis hijas en cada área, ellas son Mujeres Extraordinarias en desarrollo. Y una de mis mayores metas es que ellas siempre tengan presente que pueden contar conmigo.
Por ello procuro practicar estos principios, no te digo que es fácil tener un buena relación madre e hija, pero no es imposible tampoco. Te lo digo yo, como madre de una adolescente de quince años y otra pequeña de ocho años, con personalidades totalmente opuestas.
A través de los años he aprendido a tener una comunicación más efectiva con mis hijas. He notado que mientras más me apego a los principios de la palabra de Dios, más acercamiento y mejor relación tenemos.
Recuerda que la oración y la búsqueda del Señor es esencial en esta noble profesión de Criar hijos Sabios.
Consejos para mejorar la Relación Madre e hija.
#1 Recuerda, ante todo, que la disciplina es amor.
“Pues el Señor disciplina a los que ama y a todo el que recibe como hijo.” Hebreos 12:6 (NYV).
No olvides darles a tus hijas no solo el lado tierno si no el lado duro del amor. “Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.” Hebreos 12:11 (NTV)
#2 La disciplina debe ser de acción y no emoción.
Muchas veces pensé que si subía el tono de mi voz gritando iba a ser más efectiva (confieso que todavía sigo siendo moldeada en este aspecto), pero la verdad es que esto no tiene ningún efecto.
La biblia habla muy claro al respecto “El enojo humano no produce la rectitud que Dios desea.” Santiago1:20 (NTV)
Por lo tanto, la disciplina efectiva toma forma de acción, no emoción. “A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo.” Salmos 119:7
#3 Concéntrate en lo que le agrada a Dios y no en tus propias preferencias.
La verdadera disciplina se trata de enseñar a nuestros hijas a agradar a Dios; no se trata de enseñarlos a complacer nuestras expectativas como padres. “Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor”. Efesios 6:4 (NTV)
# 4 Mantenga a sus hijas controladas sin estar controlando.
Se escucha contradictorio y es una de las cosas más difíciles para nosotras las madres, bueno por lo menos para mí lo ha sido. Una de las claves mas importante es recordar que tú no eres la única involucrada en “moldear” el carácter de tus hijas.
Debes tener una comunicación con el padre también, ellos son muy importantes en el desarrollo emocional de los hijos, pero en especial en el corazón de las hijas.
Debemos practicar la sabiduría y la manera en la que nos dirigimos a los hijos “Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.” Efesios 6:4 (NTV)
Consejos Finales
- Procura siempre estar presente en la vida de tus hijas.
- Escúchalas sin interrumpirlas cuándo se acerquen a platicarte lo que ellas quieren. Yo llegué a cometer ese error y me costó esperar un tiempo para que se acercaran de nuevo con confianza.
- No las juzgues. Ponte en su lugar.
- No las avergüences contando lo que ellas te han confiado.
- A las mamás tecnológicas como yo nos encanta compartir fotos o anécdotas de nuestros hijos, yo aprendí a preguntarles a ellas si les gustaba la foto que iba a publicar o si puedo compartir la anécdota, en especial si ya son preadolescentes o adolescentes. Claro a veces soy un poco pícara y público una que otra sin preguntar, pero como tenemos una buena comunicación sé sus gustos y que la publicación no las va a avergonzar.
- Entra a su mundo. Conoce a sus amistades y hazte amiga de las mamás de sus amistades. Así conocerás el círculo donde ellos interactúan y te servirá para que sin temor te hablen de cualquier asunto.
- Yo tengo el “orgullo” de decir que los amigos de mi hija adolescente me quieren y respetan. Y lo sé no solo porque siempre me dicen que soy la mamá “cool”, si no por que mi hija me lo ha dejado saber y eso la hace sentirse mas confidente.
- De la misma manera al acercarme a mi hija pequeña, preocuparme por su cosa, conversar con ella y ser amiga de las mamás de sus amigas, han creado en ella confianza.
Atrévete a ser una madre “amiga” sin dejar de ser madre y verás como sus
conversaciones serán eternas, amenas y la conexión será maravillosa.

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